dimecres, 25 de gener del 2012

Bukowski:Maldito entre los malditos

Tras publicar más de cincuenta libros en vida, muchos relatos y artículos importantes de Bukowski continúan dispersos o inéditos. Este volumen es una antología de esta obra desperdigada. Empezando por los primeros cuentos que publicó en revistas a finales de la década de 1940, el libro brinda al lector un viaje contracultural por las batallas literarias de los cincuenta, la agitación psicodélica de los sesenta, los placeres narcisistas de los setenta y la distopía reaganista de los ochenta. Además, ofrece crónicas de sus infames recitales públicos, reseñas de su propia obra, desternillantes entregas de su columna en la prensa y otras joyas recién descubiertas. Y también también tiene cabida el otro Bukowski: un crítico literario astuto y excéntrico, desde su propio «Manifiesto» hasta sus idiosincrásicas valoraciones de Allen Ginsberg, Robert Creeley...
«Se llena la cabeza de carbón y brotan diamantes de las yemas de sus dedos... Léelos y llora» (Tom Waits);
«Un libro imprescindible para los seguidores de Bukowski» (Brian Evenson).
Lo mismo que convierte a Charles Bukowski en un escritor predecible es lo que lo hace imprescindible. Ese mismo auto-antagonismo, ese malditismo crónico tan suyo, esa autoflagelación sucia, ese retratismo descriptivo tan guarro, ese costumbrismo marginal tan decadente, esa escenificación del caos social, interno y psicológico, esa exaltación feísta en derredor tan magullado, manoseado y deprimente. Ese Bukowski y ese Chinaski. Y ese sinfín de alter egos alrededor de una góndola en la que sólo caben cervezas, whisky, putas y habitación de moteles y hostales en las que conviven y desfila un gran puñado de actores secundarios que forma parte de un todo global que es esa realidad sucia. Quizá debe ser por eso que ni John Fante ni William Burroughs lograron vencer y convencer (aunque le costara) como sí lo ha hecho Buk. Y quizá por eso será que, en la enésima recuperación de sus escritos supuestamente perdidos (tan “perdidos” como los encuentros casuales que se hace, cronológicamente, del legado de tantos músicos indispensables), esta vez nutridos a base de relatos cortos y ensayos catódicos y bajo el título de Ausencia del héroe, Bukowski vuelve a estar de actualidad e, incluso a sabiendas de que se trata de material descartado y por debajo de la media de lo ya editado (no dejan de ser sobras), el bueno de Bukowski sigue dando caña y librando algunas de las batallas más descoloridas de la narrativa encharcada.
 Charles Bukowski
Anagrama sigue fiel a recuperar el legado póstumo de Charles Bukowski. No sería de extrañar que un día nos encontremos con la publicación fotográfica de manuscritos originales realizados mientras defecaba o las anotaciones al margen que formen algún tipo de jeroglífico literario forever dirty. La realidad es que, muy a pesar de que Ausencia del héroe. Relatos y ensayos (1946-1992) no es, ni mucho menos, el recopilatorio de relatos de Bukowski más generoso con su majestuosa y siempre tan embriagadoramente embriagada lírica. Pero… ¿y? Bukowski tiene eso: que no falla. Que hasta el truño más macizo que haya parido en 1954 sigue siendo oro en paño y envidia de varias generaciones de escritores que, incluso forzándose a recrear esa lugubridad tan naturalmente caótica que vivía Henry Chinaski (o sea, Bukowski bajo los efectos de), no han logrado siquiera acercarse a lo que el bardo alemán-americano ha logrado conseguir: hacer del asco y las perversiones más odiadas, a priori, por el conservadurismo occidental imperante, un bello retrato de lírica y arte, de compresión e instantaneidad. En este libro son los primerizos cuentos del escritor en algunas revistas literarias, ensayos críticos sobre su propia obra y la ajena, columnas especialmente caóticas publicadas en prensa, crónicas de sus propios desafíos al orden público y, en definitiva, un paseo completamente necesario del conservadurismo a la contracultura, de la psicodelia a la generación X, de la marginalidad al narcisismo propio de un artista en el que, curiosamente, la decadencia fue su mejor abrigo. Enormidades al margen, por favor.
Texto:Alan Queipo
Charles Bukowski
Charles Bukowski - Bluebird

"Hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí dentro, no voy
a permitir que nadie
te vea.

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero yo le echo whisky encima y me trago
el humo de los cigarrillos,
y las putas y los camareros
y los dependientes de ultramarinos
nunca se dan cuenta
de que esté ahí dentro.

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí abajo, ¿es que quieres
hacerme un lío?
¿es que quieres mis obras?
¿es que quieres que se hundan las ventas de mis libros
en Europa?

hay un pájaro azul en mi corazón
que quiere salir
pero soy demasiado listo, sólo le dejo salir
a veces por la noche
cuando todo el mundo duerme.
le digo ya sé que estás ahí,
no te pongas
triste.

luego lo vuelvo a introducir,
y él canta un poquito
ahí dentro, no le he dejado
morir del todo
y dormimos juntos
así
con nuestro
pacto secreto
y es tan tierno como
para hacer llorar
a un hombre, pero yo no
lloro,
¿lloras tú"
Charles Bukowski."Pájaro azul"

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